viernes, 15 de marzo de 2013

LA HABILIDAD DE ENSEÑAR

Por. Brizeida Hernández Sánchez /hernandez.brizeida@gmail.com
Psicopedagoga

La habilidad de enseñar es el conjunto de recursos técnicos que tienen por finalidad dirigir el aprendizaje; la meta es llevar al estudiante a alcanzar un estado de madurez que le permita enfrentar una sociedad exigente con competencias específicas y  alta responsabilidad para ser un ciudadano productivo.

En didáctica es la acción de prever circunstancias para que el participante del saber aprenda. Esa habilidad de enseñar es “cualquier forma de orientar el aprendizaje a otro, desde la acción directa del maestro hasta la ejecución de las tareas  de total responsabilidad del que estudia, siempre que haya sido prevista”(Borquez,2006).

El pedagogo tiene que conocer las metas que persiguen sus estudiantes, cómo influyen en sus intereses y que esfuerzos requieren para  afrontarlos, de igual forma las pautas de actuación a seguir para motivarlos hacia el aprendizaje funcional.
Lo primero, es orientar al estudiante hacia metas de aprendizaje y metas de ejecución,  ayudarles a  comprender  que sus errores son fuentes de conocimientos, aunque puede deberse a la falta de habilidad en un momento dado, es modificable por el esfuerzo, esto implica la estrategia del profesor. Aprendizaje es “tomar posesión” de algo aún no incorporado, es un acto complejo, social, transdisciplinar presente en todo momento.
Entender el proceso educativo desde la óptica transdisciplinaria es construir al conocimiento más allá de la simple reproducción cognitiva, un docente no es  simplemente  aquel que está en la escuela y dentro del aula, es un ser humano capaz de aprender y enseñar en cualquier espacio y tiempo, es un estudiante eterno.
El aula es un sistema complejo que alberga dimensiones que van desde biológico, fisiológico, bioquímico, genético, social, económico, cultural y psicológico. La escuela y la comunidad son espacios de formación paralelos y prácticos que se circunscriben por medios de las actividades propia del proceso didáctico.
La  habilidad de enseñar consiste en mediar  desde las dimensiones del ser humano una cultura de  aprendizaje y reingeniería permanente; para ello es necesaria una planificación estratégica; esto el educador lo convierte en el  acto didáctico, de esta forma los estudiantes serán capaces de usar sus conocimientos previos, científicos, tecnológicos y pedagógicos para transferirlo  a su vida cotidiana.
 El maestro se convierte en ingeniero de saber, diseñador de herramientas  e instrumentos probados que van desde cómo cuidar el planeta hasta cómo ser un astronauta; enseñar depende en buena medida de los métodos, estrategias y técnicas didácticas, responde a un proceso  planificado que demanda conocimientos científicos, tecnológicos  (¿Qué enseñar?), y pedagógicos (Cómo enseñar).
  Las competencias docentes implican un profesional con alta preparación en  planificación, con un  liderazgo genuino, autoconcepto auténtico, con habilidades de pensamiento crítico, con altos procesos metacognitivos, necesariamente gozar de un estado de bienestar pleno, y que este  emocionalmente saludable.
También la didáctica fortalece el pensamiento crítico del docente de tal forma que sea  capaz de probar su hipótesis, interpretar causas, predecir efectos, y generar pensamiento creativo, innovador para sus estudiantes.
El educador hoy cuenta con recursos científicos como la investigación y  recursos tecnológicos  para estar actualizado, tienen los  programas de estudio que responden a la realidad con la capacidad de ser abiertos y flexibles para que puedan contextualizarlos en  aula; están enriquecidos con otros  métodos  de enseñanzas, nuevas fuentes que sustentan el currículo, otros modelos de intervención.
Tener habilidad de enseñar exige una actitud positiva, pasión, determinación, trabajo en equipo y respeto a la diversidad de aprendices; ser consciente de su rol como sujeto social clave del proceso dentro de la comunidad; consecuente con sus acciones que lo hagan merecedor del respeto y dignificando  sus derechos. Para el año 2013 el Ministerio de Educación lo ha denominado “año de la consolidación, camino a la excelencia”.

GENERACIÓN ARROBA
Por. Brizeida Hernández Sánchez/Psicopedagoga.

El Internet es uno de los medios de socialización más activos que tenemos a disposición, nos ha llevado a conquistar  la «generación arroba» símbolo que evoca la modernidad y la era digital; hoy  la tecnología se ha instalado como una forma de vida, las personas aprenden a mediar con su uso y sus reglas. La sociedad ha adaptado procesos cognitivos relacionados con el aprendizaje, comunicación y las características de esta ciencia.

La comunicación por medio del Internet ofrece patrones de conducta marcados en el mundo actual; multiplica el número de contactos  nos indica la existencia de una nueva forma de relacionarse al instante. La vía virtual se convierten una formidable capacidad de información requiere ser procesada de manera crítica. Se ha cambiado la forma de aprender y educar, también han permitido grandes avances en las áreas educativa, tecnológica y familiar de una forma impresionante.

De los  más de 89 mil estudiantes que llegan a la escuela este año, un alto porcentaje de estos llevan su celular con  Whatsapp, Facebook, twitter, cámaras, instangram, pero en la escuela ya hay  normas  establecidas de prohibición, decomiso, sustracción; entonces, ¿cuál es la reacción de la generación arroba? esperar, imponerse, desafiar; las autoridades responsables de tomar decisiones tienen una responsabilidad muy alta para dar respuestas oportunas y correctas para convertir estas tecnologías accesibles en estrategias educativas.
La escuela tiene un rol fundamental desde su perspectiva pedagógica cómo utilizar esa información, así evitar riesgos  negativos en su uso y sus consecuencias. Aparte de usar estas herramientas como formas de mediar el aprendizaje significativo y funcional.
Por lo anterior, imperan cambios en los procesos cognitivos; pero también hay que hablar de la potencia democratizadora y creativa que tiene Internet.  Por lo que es necesario incorporar en las aulas la cultura informática desde los programas curriculares en todas las asignaturas, con fines didácticos, el trabajo colaborativo en blogg, potenciar competencias digitales en los jóvenes que participan en los laboratorios del saber;  pero un currículo que contemple el uso de las tecnología requiere cambios para evaluar lo aprendizajes, estos van desde  defender sus ideas en foros, chats, aulas virtuales o enviando sus planteamientos por correo electrónico, resolución de problemas usando las videoconferencia, audio conferencia, otra forma es dinámica de grupo para propiciar el trabajo colaborativo y la participación en el proceso de coevaluación que debe integrar el proceso evaluativo.
Y crecer  desde  en actitud crítica frente a las tecnologías, cabe un análisis  de los datos que encuentran en la Web, Internet no desplaza ni compite con las bibliotecas ni con los libros de texto ni con otros medios masivos. Sólo es un complemento.
El Internet desde la dimensión pedagógica- didáctica desarrolla en los aprendices  destrezas intelectuales compatibles con el uso de las Tecnológicas de la Información y   Comunicación (TIC), satisfacer necesidades y expectativas específicas de la comunidades educativas diversas; proporciona una enseñanza y aprendizaje atractivos, motivadores, activos, con expectativas enormes en relación con el aprender. Las metodologías basadas en un enfoque competencial proponen una transformación total de los sistema educativos para alcanzar una escuela de excelencia, donde se investigue, se reflexiona se logre inferir y así formarse.
Para los profesores es un instrumento de mediación  que puede facilitar su tarea en los procesos de aplicación didáctica de los contenidos conceptuales desarrolla habilidades procedimentales y actitudinales.
 El docente requiere conocimientos tecnológicos; generar con esos conocimientos contenidos adecuados para la enseñanza y lograr reflexionar críticamente sobre la sociedad tecnológica; su reto es reaprender y volver a enseñar para hoy, pasar de un modelo que ha reinado por décadas el de  transmisión de conocimiento, a uno basado en la detección de oportunidades y en la experimentación, que se aproveche la creatividad para innovar y la sensibilización de  aceptar nuevas forma de mediar aprendizaje.