EL CURRICULUM: PERMITE UNA  INCLUSIÓN EDUCATIVA

Por. Brizeida Hernández Sánchez

ISBN 978 – 9962- 00- 797- 5

El docente es un estratega por lo que conocer, manejar y ajustar el curriculum es fundamental para hacer los ajustes y alcanzar las metas propuestas. La implicación de las diversas ciencias que enriquecen el curriculum permite que el abordaje sea completo, amplio en un contexto escolar flexible, abierto y real.

Ello significa que todo docente no solo tiene que conocer y comprender, sino que se apropie de cada uno de sus elementos, fundamentos y bases teóricas que les permitirán amplia visión del hombre que deseamos y de eso depende su formación según sus condiciones especiales de cada estudiante.

Una de las ciencias que nutre el curriculum educativo es la psicología, esta aporta información referente a toda la integridad de la persona la psiquis lo que permite planificar  en forma efectiva la acción pedagógica. La psicología nos ayuda  a los docentes  tomar decisiones en la selección de los objetivos y los contenidos de forma continua y secuencial. El estudiante es el actor principal del proceso y las oportunidades para aprender dependen de  tomas de decisiones. El marco teórico del curriculum es de corte cognitivo, constructivista, son corrientes que estimulan  el desarrollo del pensamiento y la movilización de recursos cognitivos con  funcionamiento y significado de lo que se aprende.

El aprendizaje debe organizarse de acuerdo al nivel de desarrollo del estudiante, sus posibilidades de aprendizaje por lo que cuando se aprende debe considerar estos aspectos. Es fundamental que todo guía, mediador o docente comprenda , valore y asuma la importancia de un elemento como el contexto sociocultural este orienta la tarea de educar  es aquí donde se vinculan las funciones que trasciende las paredes de la escuela, como el desarrollo de las competencias sociales necesarias para la inclusión plena. Es por ello que la sociología y la antropología son otras ciencias que enriquecen el proceso, la vida social y ciudadana para su incorporación a la familia, comunidad y la parte social, le permiten analizar e interpretar los hechos y situaciones socioculturales.

La educación procesa, genera, conocimientos, valores, los saberes a una sociedad que es marcada o visualizada como la cultura de un pueblo, su gente, lo que llamamos cultura común. Ese fundamento socio antropológico permite determinar las formas culturales, las normas, las pautas de comportamiento, las necesidades y características  de la sociedad que se desea formar mediante un curriculum.

Los aporte de las áreas del saber, debe considerarse el sustento que  proviene de la epistemología, esta a ciencia ayuda a explicar el problema del conocimiento  y como se adquiere, no se adquiere para no usarlo, tiene funcionalidad y significado, es un proceso de aprender a aprender; es un proceso individual y social se produce cuando se tiene una necesidad, es integral, habilidades, destrezas, conocimientos, valores y actitudes. Muchas veces se tiene que recurrir a la ciencia y la tecnología.

El docente como responsable de todo esto debe tomar decisiones oportunas y contextualizarlas y velar porque todo esto sea verdadero y real en cada estudiante con Necesidades Educativas Especiales y permitir una educación inclusiva exitosa.

Aprendizaje por competencias

Educar es enseñar a pensar, no qué pensarPor. Brizeida Hernández Sánchez
ISBN 978 – 9962- 00- 797- 5
Maestría en Educación Especial

En la  primera mitad del siglo XX los docentes gozaban de un considerable status social como parte de la “clase pensante”. Si bien se aceptaba que no eran sabios al estilo de un científico, eran reconocidos como la voz de la autoridad en el desarrollo madurativo, cognitivo y afectivo de los estudiantes, y su crédito se percibía como decisivo.
Los docentes son los productores de la cultura, hacen posible el desarrollo, sus enseñanzas ostentan el poder de determinar el curso futuro de las comunidades, naciones, e incluso de nuestro planeta. Educar por competencias es la única alternativa de formación  ordenada y moral frente al desafío de enseñar a pensar, llevándolos a predecir, inferir y no a repetir ni memorizar.
Es hora que desde las instancias locales como trabajadores del conocimiento en  esta sociedad propongamos respuestas oportunas a los desafíos sociales que nos ocuparán por décadas. Reiterar  el paradigma del hombre culto, moral y solidario a participar en la elaboración de ese mismo conocimiento y dejar aun lado solo transmitirlos, con una intelectualidad seria y responsable, profunda y comprometida, construida en el  análisis de la realidad, urge incrementar la sapiencia del docente a pensador crítico y volverlo a las filas de la intelectualidad y enseñar a pensar, y no qué pensar.
Es necesaria la capacidad de debatir la historia que se enseña, o  teorizar sobre la ciencia que imparten en el aula, pero el mayor  impulso es el amor, los ideales, su capacidad de razonamiento, sentido crítico,  curiosidad y deseo de conocer, de explicar y de intervenir sobre la realidad y las necesidades de cada participante del saber.
El deber como arquitectos de vida es potenciar la actitud positiva hacia el estudio, el papel activo y protagonista de el que aprende, y trasmitir la importancia de aprender a convivir, aprender, a desaprender y sobre todo a ser una persona competente. John Dewey,  nos lego una misión indiscutible del intelecto, para el intelecto; los conocimientos son productos del esfuerzo del hombre por resolver problema en su estado del arte.
La efectividad de la educación depende de la calidad de los recursos y la capacidad de administrar y transformarlos en aprendizaje, el principal atributo de las escuelas son los docentes de calidad  esto depende de su formación, experiencia, motivación y los estímulos que reciben para mantenerse en la profesión y ejercerla con excelencia. Los participantes tienen la misión de apropiarse de su aprendizaje, la familia el compromiso de apoyar los esfuerzos para mejorar y sus mediadores de llevarlos a pensar.